Saludos, queridos lectores. Como astrólogo profesional, hoy quiero hablarles de un tema que puede ser controversial para algunos: los planetas retrógrados. Hay una gran cantidad de mitos y supersticiones en torno a estos fenómenos astrológicos, y en muchas ocasiones se les ha atribuido un papel de villanos en nuestras vidas. Sin embargo, quiero romper con ese estereotipo y enfocarme en uno de los retrógrados más incomprendidos: Neptuno.
Los planetas retrógrados no son los malos de la película, simplemente nos invitan a revisar con mayor detenimiento nuestras decisiones y acciones. Y en el caso de Neptuno retrógrado, esta invitación es aún más profunda. Este planeta nos habla de la ilusión, los sueños, la creatividad y la espiritualidad. Y cuando se encuentra en retrogradación, su energía nos lleva a enfrentar esas verdades incómodas que preferimos ignorar.
¿Pero por qué Neptuno retrógrado no es tan dañino como otros retrógrados? La razón es que este planeta nos ofrece una oportunidad única para enfrentar la realidad y dejar atrás las ilusiones que nos impiden avanzar en nuestro camino de crecimiento y evolución personal. A través de su energía, podemos deshacernos de las máscaras que nos hemos puesto y conectarnos con nuestra verdadera esencia.
Durante la retrogradación de Neptuno, podemos experimentar una sensación de confusión y desilusión al darnos cuenta de que aquello en lo que creíamos no era tan real como pensábamos. Pero esto no es algo negativo, al contrario, es una oportunidad para despojarnos de nuestras ilusiones y enfocarnos en lo que es verdadero y auténtico.
Es importante mencionar que Neptuno retrógrado no nos libera de las consecuencias de nuestras acciones, sino que nos invita a asumir la responsabilidad de ellas. Nos muestra que es hora de dejar de culpar a los demás o a las circunstancias por nuestras decisiones, y tomar las riendas de nuestra vida. Nos reta a ser honestos con nosotros mismos y afrontar las consecuencias de nuestras elecciones.
Por otro lado, Neptuno retrógrado también nos recuerda que la verdadera transformación viene desde nuestro interior. Es un momento ideal para trabajar en nuestra espiritualidad y en nuestro crecimiento personal. Nos da la oportunidad de conectar con nuestro ser más profundo y de sanar heridas emocionales que nos han mantenido atados a la ilusión.
En conclusión, queridos lectores, no teman a Neptuno retrógrado. Aprovechen esta oportunidad para enfrentar la realidad, deshacerse de ilusiones y conectar con su verdadero ser. Recuerden que todo proceso de transformación requiere de enfrentar la verdad y dejar atrás lo que ya no nos sirve. Así que abran sus corazones y dejen que la energía de Neptuno retrógrado les guíe hacia un camino de autenticidad y evolución. ¡Que la magia de este planeta ilumine sus vidas!
Con amor y luz,